Las calderas de condensación mejoran el rendimiento de las típicas calderas de gas, porque su tecnología provoca un menor consumo de gas y son las que más respetan el medio ambiente. Este tipo calderas de condensación aprovechan el calor que se desperdicia cuando se crea el vapor de agua en humo de combustión dando un rendimiento mayor. Esto hace que se consuma entre un 15 y un 30 por ciento menos de gas.
Este tipo de calderas son ideales para cualquier tipo de instalación. Tanto si la instalación es con radiadores como de suelo radiante, en cualquier caso, se produce un ahorro de combustible. Cuanto más consuma mejor rendimiento y eficacia.